Es propio de la naturaleza de la Globalización, que las Corporaciones transnacionales se apropien de los bienes comunes, mal llamados recursos naturales. Las consecuencias de esas políticas son: la devastación de los ecosistemas a nivel planetario, el despoblamiento de enormes territorios, la extinción de la vida rural y la sumisión de los países y de sus corporaciones a las necesidades de los nuevos mercados globales. En nuestro país, al igual que en muchos otros, esas políticas han impactado con impunidad, ignorando a la Constitución Nacional y a sus leyes, afectando de manera brutal la vida de las poblaciones y erradicándolas a las periferias urbanas de miseria, contando siempre con el apoyo y la participación de funcionarios, técnicos y científicos, ganados desde su formación académica para las ideas de la gran escala, del progreso ilimitado y del culto a las tecnologías.
Nos hemos reunido en esta ciudad de San Lorenzo, los movimientos y organizaciones que luchamos contra las fumigaciones, los que luchan contra la mega minería, contra la contaminación urbano industrial, por nuevas políticas en tratamiento de residuos, la preservación de los glaciares, los que proponen modelos productivos sustentables, los que cuestionan los proyectos de crecimiento y postulan que se respeten las economías regionales, los que luchan por permanecer en la tierra y también, los que luchan por poder regresar a la tierra. Hombres y mujeres de la ciudad y del campo, ecologistas y agricultores, campesinos y pueblos originarios, exiliados ambientales y nuevos pobres, generados por un sistema de usurpación y de saqueo generalizado, por un modelo sistemático de desempleo rural, de contaminación y de urbanización forzada.
San Lorenzo no es una ciudad cualquiera, es el punto focal de coincidencia de las rutas de la soja, de la minería y de la trata, es el vórtice de un embudo al que denominan modelo de agro exportación y de nueva minería, por donde se desangra cada día la Patria de los argentinos. Y si nos atrevemos desde esta localidad de San Lorenzo a enfatizar las memorias de una Patria común, memorias relegadas y menospreciadas en el imaginario de las políticas públicas y en la formación ciudadana, es porque, precisamente, en estas tierras de San Lorenzo, se produjo el primer combate de los patriotas contra el Imperio español en América del sur. Sentimos que, las presencias fantasmales de aquellos héroes de ayer, nos acompañan hoy en estas luchas que llevamos.
En las tierras de San Lorenzo, comenzó la historia de la emancipación de América del Sur. Esos esfuerzos no han terminado, sus objetivos y propósitos no sólo están pendientes, sino que, están aún muy lejos de cumplirse, y en espera de que nuevas generaciones retomen esas banderas entrañables. En el mismo espacio donde San Martín realizó su primera carga de caballería, hoy se han radicado las corporaciones granarias, los silos gigantescos dentro del ejido urbano, los puertos privados, las enormes explanadas donde estacionan y aguardan millares de camiones, las terminales por donde se cargan los minerales que llegan desde la lejana Alumbrera, las usinas de los nuevos Biocombustibles e innumerables molinos que procesan soja y aceites para la exportación. San Lorenzo es el epicentro de un modelo colonial, que no tiene todavía, un Raúl Scalabrini Ortiz, que lo exponga con crudeza ante la conciencia política de los argentinos.
Por primera vez en el corazón del país extractivo, la presencia de tantos compañeros de las regiones más apartadas, nos muestra en las calles el camino que debemos continuar para afirmar nuestro rechazo a este modelo de contaminación y de muerte. Estamos aquí en San Lorenzo; y desde aquí llevaremos a nuestros pueblos la voluntad de resistencia al modelo colonial y de permanencia en la lucha por la Soberanía.
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