Cómo los ecosistemas protegen comunidades contra peligros naturales
El UNEP marca el día internacional para la reducción del desastre
Ginebra, 13 de octubre de 2010 - Haití, uno de los países más pobres y lo más ambientalmente posible degradado del hemisferio occidental, es uno de los muchos ejemplos recientes del papel crucial desempeñado por ecosistemas en la reducción de riesgo del desastre. Antes del terremoto en enero de 2010 que devastó el país, la degradación ambiental era ya un desafío crítico, como captaciones extensivamente degradadas hicieron de la población rural y urbana de Haití vulnerable a las inundaciones, a los derrumbamientos y la erosión del suelo, severa. A partir de agosto al septiembre de 2008, cuatro tormentas importantes devastaron Haití, accionando aludes de lodo y e inundaciones repentinas, dejando millares de desamparados, matando a casi 800 personas y destruyendo el 60% de la cosecha del país.
Las vecinas Cuba y República Dominicana también fueron afectadas pero a un perceptiblemente menor grado que Haití. ¿La tala de árboles desempeñó un papel en multiplicar el impacto devastador de desastres en Haití?
Con la cubierta de árboles menor al 2% y las altas tasas de tala de árboles conducidas sobre todo por la pobreza, Haití ha llegado a ser extremadamente vulnerable a las inundaciones y a los derrumbamientos durante las pesadas precipitaciones . Desafortunadamente, 2008 no era un acontecimiento único. En la tormenta tropical 2004 Jeanne mató a 3.000 personas estimadas como resultado de aludes de lodo y las inundaciones que bajaban expusieron las montañas. Pero estas lecciones no se confinan a Haití solamente; las inundaciones repentinas ligadas a la degradación del bosque son una experiencia que se repite en países como las Filipinas y recientemente México y son duros recordatorios de cómo la degradación ambiental puede contribuir a las estadísticas del desastre.
En la última década solamente, un estimado de 2.5 millones de personas globalmente fueron afectados por los peligros naturales, el 97% de los cales lo fueron por desastres relacionados con el clima e hidrometeorológicos.
El mayor reconocimiento del papel vital de bosques bien manejados y de líneas divisoria de las aguas en la reducción de los riesgos de desastres ayudará para a hacer las poblaciones urbanas y rurales más resistentes a las inundaciones, derrumbamientos y otros peligros naturales, eran el tema del foro de alto nivel convocado en Ginebra, Suiza hoy por el programa del ambiente de Naciones Unidas (UNEP) y la sociedad para la reducción del riesgo del ambiente y del desastre (PEDRR) para marcar el día internacional para la reducción del desastre.
La audiencia oyó cómo los bosques y las líneas divisoria de las aguas proporcionan servicios críticos a las comunidades rurales y urbanas, incluyendo la protección contra peligros naturales y la ayuda crítica a los sustentos y a las economías locales. Con todo estos Servicios Forestales múltiples, particularmente para la regulación del peligro natural, continúan siendo infravalorados, dando por resultado oportunidades perdidas de maximizar su potencial para la prevención y la mitigación de desastre.
En todo el mundo, en países tales como región de Altiplano de Bolivia, China, Suiza y Japón, las comunidades y los gobiernos están dando el reconocimiento creciente al valor de los bosques para atenuar los efectos de las inundaciones, las avalanchas, del derrumbes y la erosión del suelo mientras que proporciona la madera y otros recursos sustentables.
El día internacional, llevado a cabo anualmente el 13 de octubre, apunta levantar conocimiento en los impactos de desastres global, y originó en el marco de la campaña de la reducción del desastre del mundo, iniciada en 2008.
La mesa redonda, atendida por los miembros de la comunidad desarrollada y del público en general, proporciona una oportunidad clave de relevar el conocimiento de los conductores ambientales del riesgo del desastre y de discutir los desafíos hechos frente por las comunidades y los países en la reducción de riesgo del desastre y las recomendaciones para dirigir las acciones futuras. Fue abierto por el representante especial del secretario general de la O.N.U para la reducción del riesgo del desastre, de Margarita Wahlström, y del representante de Costa Rica a los Naciones Unidas de Ginebra, su excelencia Manuel B. Dengo del embajador y permanente.
El día internacional también fue marcado este año en la expo de Shangai con una discusión del panel alrededor del tema “la ciudad” que examinó maneras de construir los centros urbanos resistentes a los peligros naturales e incluyó al alcalde auxiliar de Chendgu, Mao Zhixiong; el redactor jefe de los Tiempos del Negocio de China, Li Zhong Chun, y el jefe de Gestión Poste-Conflicto y Desastres de la UNEP, Henrik Slotte, así como representantes del fondo de niños de Naciones Unidas (Unicef) y la estrategia internacional de Naciones Unidas para la reducción del desastre (la O.N.U ISDR).
Más información
Sociedad para la reducción del riesgo del ambiente y del desastre
PEDRR es una sociedad global abarcada de los NGOs DE LA ONU de los organismos, internacionales y regionales así como los institutos del especialista que apuntan colectivamente influenciar la política y mejorar y coordinar esfuerzos en la gerencia ambiental y los acercamientos ecosistema-basados para los recursos sustentables y la reducción de los riesgos del desastre, incluyendo riesgos clima-relacionados. También trabaja en colaboración con redes existentes y sociedades, tales como el desastre y el grupo de trabajo del ambiente en Asia (DEWGA).
Fuente: Prensa UNEP --
Centro Ecologista Renacer
Villa Constitución- Santa Fe
1 comentario:
LA MEGAMINERÍA A CIELO ABIERTO : CRIMEN DE LESA HUMANIDAD.
En Colombia -con un desprecio total por el país y sus habitantes-, su gran biodiversidad está siendo criminalmente sacrificada por el Estado mediante contratos leoninos de megaexplotación minera a favor de empresas multinacionales de la sinarquía internacional.
Artículo completo en www. dianaduquegomez.blogspot.com
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